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Al comenzar una relación de pareja todo es color de rosa, se está enamorado y cada cosa que hacemos nos recuerda a esa persona tan especial. Queremos estar con ella todo el tiempo y su imagen nos viene a cada instante del día. Pero, poco a poco, comienzan a surgir discusiones y la llama se va extinguiendo, la relación se va deteriorando.

En ocasiones, llega un punto en el que no sabemos qué hacer y necesitamos con urgencia un cambio que nos ayude a retomar el buen camino. Si bien el tiempo no se puede echar para atrás, es posible recuperar esa sensación de plenitud que en algún momento sentisteis. En este artículo vamos a examinar varios consejos psicológicos para parejas, que te pueden ayudar a conseguir el cambio que deseas en tu relación.

Enfócate en tí mismo/a

A primera vista puede parecerte extraño, al fin y al cabo, lo que quieres es estar mejor con tu pareja, ¿no? Sin embargo, éste es el primer paso para cualquier cambio en una relación.

Centrarse en uno mismo es fundamental para mejorar la situación en la que te encuentras. Si enfocas tu atención en lo que tú puedes cambiar y no en lo que crees que el otro debe hacer, la relación saldrá beneficiada. A esto se le llama el “desarme unilateral” y se trata sencillamente de que seas tú quien dé el primer paso para cambiar.

Eso sí, hacer esto requiere mucho coraje, ya que puedes quedar en una situación de vulnerabilidad o inferioridad. Uno de los mejores cambios que puedes realizar es quitarte la idea de que tu pareja estará contigo pase lo que pase, hagas lo que hagas: las relaciones requieren trabajo y esfuerzo, y al centrarte en lo que puedes hacer estás dando el primer paso para mejorar la tuya.

Trabaja en la comunicación

La comunicación es pieza clave en una relación sana. Se ha comprobado que los patrones de comunicación son más importantes que el compromiso a la hora de mantener una relación a largo plazo.

Por supuesto, las discusiones son inevitables; sin embargo hay algunas maneras de reducir el daño que nos hacen.

Por ejemplo, al discutir, muchas personas asumen de entrada que son ellas quienes tienen la razón. Para mantener una relación estable y feliz, es importante que aprendas a escuchar y atender a lo que el otro tiene que decir sin juzgarle. Asegúrate de estarle entendiendo a la perfección y después de hacerlo, puedes dar tu opinión, siempre con un tono constructivo.

Demuéstrale que te importa

El consejo anterior estaba enfocado en reducir el daño que producen las discusiones o los malos momentos. Sin embargo, toda relación de pareja necesita razones para seguir adelante. Para esto, puedes comenzar por un hábito muy sencillo: mostrar interés.

A veces damos por sentada a la otra persona, y nos encontramos con que no nos sentimos valorados. Para cambiar esta situación, puedes empezar poco a poco: por ejemplo, en la mañana, antes de salir hacia las obligaciones del día, pregúntale qué tiene planeado; cuando te cuente una historia que le haya ocurrido, hazle más preguntas. Trata de conocer mejor a esa persona, a fin de cuentas, ¡es la persona más importante en tu vida!

Mantén la llama encendida

A veces, lo que realmente sucede en la relación es que ha perdido la magia, se ha tornado rutinaria y aburrida. Las conversaciones se reducen a los deberes del hogar y al estrés de la oficina, las salidas se limitan al supermercado, las noches se pasan frente al televisor, el móvil o el ordenador portátil.

Por extraño que parezca, un pequeño viaje al pasado os puede ayudar a avivar la llama. Trata de recordar aquellas cosas que solíais hacer en vuestros mejores momentos: el lugar en el que os conocisteis, las canciones que bailasteis juntos, las películas que os hicieron llorar, o los poemas que solíais dedicaros.

Después de pasar un rato así, os sentiréis más unidos y podréis trabajar juntos para encontrar nuevas formas de ser felices en pareja.

La superación personal se resume en la aplicación de ideas y principios, que transforman la vida de un ser humano. Al empezar este proceso de cambio, el individuo se dará cuenta de que es capaz de vivir la vida que siempre ha deseado, pues entenderá que las limitaciones que lo han frenado siempre se las ha puesto él mismo.

transformacion personal

Algunas de las claves más relevantes para alcanzar la superación personal, son las siguientes:

Responsabilizarte por tu vida

Tú eres el único que puede tomar decisiones y acciones en tu vida. Eres el creador de tus experiencias y tu propio destino. Debes tener la capacidad de aceptar las cosas como son y decidir si cambiarlas, o no.

Tomar acciones

Luego de pensar sobre muchas cosas, es necesario que tomes acción y pongas tus ideas en práctica. Libérate del miedo y arriésgate, pues lo peor que puede pasar, es que las cosas salgan mal y no importa porque habrás obtenido el aprendizaje.

Tener deseos

Sin deseos, no hay metas que alcanzar, ni nada por lo que luchar. Así que atrévete a soñar, a desear y tener una visión de lo que quieres lograr.

Fijar metas

Es necesario que te plantees metas a corto, mediano y largo plazo. Si no te planteas una meta clara y realista, tus deseos se perderán en el aire.

Idea un plan

Para alcanzar tus metas, es necesario que te establezcas el plan que usarás para lograrlo. Lo mejor es que sean hasta tres planes; siempre existe la posibilidad de que alguno falle.

Paga el precio

El precio que debes pagar va más allá de lo monetario, pues esto se refiere al trabajo, tiempo y dedicación que debes tener para lograr tu plan. Recuerda que el que persevera vence.

Cree

Si tú mismo no confías, ni crees en tus capacidades para triunfar, nadie hará esa tarea por ti.

Un coach de vida es, en líneas generales, un profesional con amplio dominio de un conjunto de habilidades y destrezas profesionales y cognitivas, las cuales le permiten servir de apoyo y compañía a personas en su desarrollo personal.

Los ámbitos en los que suelen trabajar tienen que ver con dificultades para relacionarse, realizar determinados trabajos o actividades físicas e intelectuales, o presentar dificultades para asumir compromisos y deberes con responsabilidad.

El coach orientador

Este coach de vida es quien asume el rol de acompañamiento a las personas durante los procesos para superar problemas de desarrollo personal que requieren ayuda. Años atrás, esta labor era asumida de manera exclusiva por psicólogos; aunque algunas veces la ejercían psiquiatras.

Unas tres décadas atrás, en los establecimientos educacionales se incorporó la figura de un docente con la función de orientador, figura que más tarde se desarrolló hacia lo que hoy entendemos que es un coach de vida. El orientador acompañaba a los estudiantes a lo largo del proceso para superar problemas de diversa índole que le afectaban.

Un sujeto entrenado en acompañamiento de procesos

Hoy todo lo que es un coach de vida lo representan sus funciones, más allá de su especialidad. A pesar de que su tarea tiene bastante que ver con la que podría hacer un psicólogo, para ser un buen coach de vida no es indispensable ser un profesional de la psicología.

Un coach de vida es una persona con un entrenamiento práctico y teórico realizado durante algún tiempo en varias disciplinas, entre ellas, inteligencia emocional y comunicación. Esto le permite asumir con seguridad diferentes estrategias de acompañamiento a las personas con problemas, acordando con ella planes y estrategias a seguir para enfrentar y superar las dificultades.

El coaching de vida, como toda acción encaminada al logro del desarrollo personal, exige un determinado periodo de tiempo siguiendo diferentes actividades para sacar adelante la estrategia de superación en desarrollo. Solo con un acompañamiento constante y dedicado a quien presenta problemas en su desarrollo personal, se podrá evaluar y corregir las acciones planificadas, establecidas con el coach de vida, para superar todos los problemas planteados por el cliente.

La evaluación permanente del proceso de acompañamiento

Entre las materias que competen al coach de vida, se encuentra la evaluación de las habilidades, destrezas, fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas de la persona con problemas de desarrollo personal, durante el acompañamiento del proceso para llevar adelante el cumplimiento de las metas y objetivos propuestos.

Se trata no sólo de acompañar a la persona para superar los problemas inmediatos, sino también proyectar la voluntad y capacidad de transformación de la persona con problemas de desarrollo personal, hacia la superación amplia y definitiva de las contingencias, aplicando su perspectiva y metas de vida sobre las acciones y proyectos a emprender.

¿Cómo podemos definir la felicidad? ¿Es simplemente un estado de ánimo manifestado a través de la risa? ¿Consiste en la satisfacción de tenerlo todo? La felicidad puede ser algo subjetivo hasta cierto punto, dependiendo de las experiencias de cada persona.

Sin embargo, la felicidad no necesariamente depende de las posesiones o posición social, sino más bien es un bienestar integral. Me gustaria compartir algunos puntos respecto a lo que considero realmente puede brindarnos un estado emocional saludable y por consiguiente lo que nos ayudará a ser felices.

1- Aceptate a tí mismo

Quizá una de los cosas que puede llegar a ser realmente frustrante es cuando no se refleja cierta imagen, al compararnos con alguien mas, o cuando no somos aceptados por alguien en particular. Debes aceptarte tal y como eres, con tus virtudes y defectos. No te entretengas demasiado tiempo pensando en aspectos —especialmente físicos— que no se pueden cambiar. Concentrate en tus virtudes, aptitudes, talentos, y todo aquello que contribulla a tu desarrollo personal. Enfocate en tu meta. Esto nos lleva al siguiente punto:

2- No vivas en función de nadie más

No trates de que otros definan quien eres. Sólo tú sabes quién eres realmente, cuál es tu verdadero propósito en el mundo.

Cuando vives de acuerdo a las expectativas de alguien más, entonces no eres tú mismo, necesariamente debes ponerte una careta para aparentar lo que no eres. Por ejemplo, cuando se trata de tu carrera, tú sabes mejor que nadie el camino a emprender.

Es muy valioso que otras personas nos apoyen y traten de aconsejarnos, pero otra cosa es que alguien trate de imponernos una forma de ser. También puede ser común que en relaciones amorosas, las personas cambien quiénes realmente son para someterse al egoísmo y capricho de su pareja.

Sólo cuando alguien te diga que le gustas por quién eres y te apoye en lo que decidas emprender, entonces habrá alguien a tu lado que te ayude a forjar tu verdadero carácter y acompañarte en el camino hacia tu verdadero propósito.

3- Haz lo que realmente te apasiona

Seguramente tienes ciertas aspiraciones guardadas en el baúl de tus recuerdos, quizá es hora de sacarlas, de realizarlas. Quizá tengan que ver con una habilidad que siempre quisiste aprender, pero alguien te desanimó y tuviste que simplemente dejarlo.

Es preferible intentar todo lo que nos llame la atención, ya que lamentaremos no haberlo hecho. Toca ese instrumento musical, toma esos pinceles, pintura y ese lienzo, aprende ese idioma, inscríbete en ese curso de carpintería, comienza a emprender. Sobre todo, empéñate en aquello que realmente te apasiona y lo que te hace perder la noción del tiempo.

4- Disfruta el momento

Se puede decir que el secreto para ser feliz con uno mismo consiste en la satisfacción de los pequeños logros que obtienes en el presente y la motivación de mejorar cada día. Cuando no disfrutas el proceso, no eres feliz, porque siempre estarás ansioso. No significa que haya que ser conformista, pero sí que debes proseguir teniendo en cuenta los pequeños logros del momento y tener calma.

Observa los pequeños detalles a tu alrededor, ya que son significativos, ¡te sorprenderás cuando los observes más de cerca!: la estructura perfecta de las celdillas de un panal de abejas, el trinar de las aves, la laboriosidad de las hormigas, en fin... Sólo mira a tu alrededor y disfruta tu camino por el sendero de la vida.

5- Sé humilde

La humildad tiene que ver con una nobleza de carácter, en la cual exaltas las virtudes de otros y aceptas tus propios errores, en la cual reconoces a los demás por su verdadero valor.

La humildad es lo que te lleva a reconocer la necesidad de aprender de otros, especialmente de aquellos que ya han transitado por un camino similar al tuyo, la humildad es lo que te ayudará a integrarte en un ambiente laboral que implique la capacidad de diálogo y cooperación. La humildad te abrirá puertas. Sobre todo, la humildad te ayudará a despojarte del ego.

Es curioso, pero una actitud humilde produce una sensación de paz y armonía. ¿Alguna vez has observado a alguien con un complejo de ego, quien siempre cree estar por encima de los demás? La humildad nos hace agradables hacia las demas personas, y por lo tanto nos brinda alegría.

6- Aprende a compartir

No se trata de dar todo lo que tienes, pero puedes dar lo que esté a tu alcance: puede ser un pan o una moneda a alguien necesitado, un detalle a una persona especial, o incluso a alguien no muy cercano en un día especial. Regala tiempo a tu familia, a tus hijos, tus padres, tus sobrinos, tus amigos (en la medida de lo posible).

No se trata solo de dar algo físico, sino tu presencia misma es un regalo en el momento que más te necesitan. Cuando se da, es una experiencia más gratificante para la persona que da que para la persona que recibe.

7- Mira siempre hacia adelante

Puede haber ciertas cosas que pueden estancarte en el pasado, ya sea por algo que te hicieron o por tus propios errores. Perdona a los demás, perdónate a tí mismo y navega hacia adelante. A pesar de que el viento sea contrario, no te dejes llevar. El horizonte es tu meta. En este proceso, trata de superarte a tí mismo, no a otros. Cuando tratas de superar a otros, probablemente termines frustrado. No trates de ser mejor que nadie, se trata de ser un mejor tú cada día.

Como palabras finales, me gustaría recalcar el hecho de el secreto para ser feliz con uno mismo consiste en aprender a disfrutar el proceso, el momento y por consiguiente lo que te hace realmente feliz. Disfruta lo que tienes ahora, y a quienes están a tu alrededor. Sonríe cuando veas un nuevo sol. Mira con optimismo el paisaje a tu alrededor y el camino frente a ti.

Alguna vez en la vida, todos nos hemos topado con alguien que, de una u otra forma - e incluso sin proponérselo - nos causa impacto y marca un antes y un después en nuestro camino.

A menudo, estas personas son protagonistas de nuestras historias de éxito y los describimos como alguien que nos animó en un momento determinado, como un modelo a seguir o un amigo que compartió con nosotros algún secreto profesional.

De forma innata y probablemente sin proponérselo, esas personas actuaron como un coach para nosotros.

¿Qué es ser coach?

Así como existen personas que no necesitan aprender sobre liderazgo para llegar a ser buenos líderes, también hay personas que nacen con una gran capacidad para ayudarnos a cumplir una meta. Pero al igual que en el ámbito del liderazgo, es posible adquirir estas habilidades mediante un aprendizaje consciente.

En este artículo, cuando respondemos a la pregunta de qué es ser coach, estamos hablando de este segundo grupo de personas: aquellas que han aprendido coaching de manera consciente y utilizan sus habilidades en el mundo profesional.

Entonces, ¿qué es ser coach? Un coach - también llamado facilitador - es una persona que se dedica al coaching, que es un proceso de aprendizaje para que un sujeto pueda desarrollar todo su potencial en la consecución de un fin específico.

El coach es una especie de acompañante que, lejos de decirnos lo que tenemos que hacer, está ahí para escucharnos, retarnos, preguntarnos sobre nuestros planes, participar en una lluvia de ideas, etc. Y es que, como su nombre lo indica, es ese personaje que nos invita a progresar y nos anima a seguir adelante.

¿El coach es siempre alguien cercano?

No necesariamente. Aunque nuestros amigos y familiares pueden realizar un papel parecido al de un coach en un momento determinado, los coaches profesionales viven de hacer relucir nuestras fortalezas, esa es su profesión.

Sin embargo, esto no quiere decir que no desarrollamos con él algún tipo de conexión. Después de todo, una de las habilidades necesarias para ser un buen facilitador es la empatía y la capacidad de comunicación; pero más que un amigo, el coach es alguien que usa con nosotros una especie renovada de método socrático.

Cuando me preguntan qué es ser coach, Sócrates viene a mi mente porque es la imagen que se tiene de un facilitador. Sócrates enseñaba a sus seguidores a través de métodos de pregunta - respuesta con el objeto de rebatir sus creencias y pensamientos.

A diferencia de otros maestros filosóficos, caminaba con sus discípulos y los acompañaba en el viaje. No pretendía saber más que ellos, más bien se hacía el ignorante y era una persona sabia y equilibrada a nivel emocional que sabía reconocer el potencial de otros y cómo explotarlo para bien. Este es, en esencia, el papel de un buen coach.

¿Qué habilidades tiene un facilitador?

Las habilidades de un facilitador son muy variadas y se pasean por la empatía, la escucha activa, la creatividad, la perseverancia, la capacidad de análisis, la asertividad y la intuición. Un coach tiene que tener la capacidad de dar un consejo asertivo y de elegir muy bien las palabras que debe utilizar con sus clientes para no causar el efecto contrario.

Por supuesto, no podemos dejar de lado la formación: un coach debe estar preparado con las más innovadoras técnicas de motivación y manejo emocional, porque en sí, el coaching no es más que motivar a alguien para que pueda brillar con luz propia.

Estar en una relación de coaching -ya sea como aprendiz o facilitador- es algo maravilloso. Y la mejor parte es el sentimiento de realización que nos deja al final.